viernes, 31 de diciembre de 2010

08 - El arbolito

   Primero se asomaron dos hojas tímidas del suelo, al otro día se insinuó el tallo, breve y muy verde. Sospeché que era un bicho palo o una cotorra, pero al tercer día me di cuenta que se trataba de un pequeño árbol.
   Como soy un tipo amable, le dije buen día, y el arbolito movió levemente una de las hojitas. En ese momento vino hacia mí una súbita compresión hacia los que le hablan a las plantas.
   El inconveniente que se me presentaba ahora era la búsqueda de tema. El arbolito no tenía mucha vida social que digamos, así que no era conveniente hablar de otras personas. Me constaba que desde su reciente nacimiento solo yo había estado cerca de él, y creo que también un par de fantasmas, pero como los arbolitos no tienen parte de atrás de la cabeza no los debe de haber percibido.
Le empecé a hablar del clima:
-Pero que calor, no?
El arbolito no hizo nada
-Hoy hace un poco más de calor que ayer, no?
El arbolito continuó sin hacer nada
-Escuchame arbolito, te cabe que te hablen?
El arbolito se mantuvo inmóvil. Decidí redoblar la apuesta
-A ver arbolito, te interesa que te tiren nafta, que acerquen un encendedor y terminar tu existencia como antorchita o luminaria en mi jardín?

Y por suerte para el arbolito, no tenía nafta a mano.

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