viernes, 17 de diciembre de 2010

03 - Diccionario de sentimientos de enanos

El papiro tenía su interés. Como hace la mayoría de los mortales con un diccionario nuevo, intenté buscar primero las malas palabras, luego insultos y finalmente las palabras con referencias sexuales o escatológicas. No encontré demasiado. Pero algunas definiciones eran bastante interesantes, aunque no sé si todo habrá sido escrito por el mismo enano.

Angustia
   La angustia es ese nudo tan particular entre la boca del estómago y el corazón que causa una presión negativa, como si te hubieran vaciado de algo. La angustia es incolora, inaprensible, no es gris como la melancolía o negra como la tristeza. No tiene sustancia, es una grieta mínima e irreparable, que se abre paso en el pecho, y amenaza con hacerlo todo un agujero vacío.
   A veces es atisbo de lágrima, que suele insinuarse en el ojo. También sube a la garganta, como una sensación de ahogo que vuelve doloroso el respirar. La angustia está tan cargada de cosas que ya no es nada; es el hueco de una pregunta que debería haberse hecho. Uno se convierte en un edificio se desmorona bajo su propio peso, por falta de soporte interno.
   La angustia es ausencia horriblemente presente. Es no poder morir aunque se quisiera, estar obligado a seguir soportando, sintiendo esa nada como un puñetazo sordo en el pecho. Es estar al borde del precipicio, impedido de arrojarse allí donde todo termina.

Amor
   El amor es una tibieza en el pecho, que lo ensancha sin hincharlo, haciéndolo más espacioso. En el amor verdadero hay lugar para todo lo que vale la pena: entrega, alegría, paz, esperanza, diversión y también dolor.
   Es una emoción superlativa, que siempre excede al individuo y se vuelca sobre la realidad que lo circunda. Un enano está lleno de amor cuando puede brindarse a sí mismo sin miedo a acabarse. La fuente del amor es infinita, y el amor verdadero no teme cansarse de amar.
   Es capaz de depositarse en los más variados objetos, y al ser una emoción de transferencia (yo doy de lo mío y recibo lo de los demás), tienen efectos sobre el enano las propiedades del objeto al que ésta ama y viceversa.
   Un enano que ama el dinero, cada vez se va a volver más frío e intercambiable. Con el tiempo va a ser como una cuenta de millones en el banco, compra un montón de cosas, pero circula sin nunca estar del todo en el lugar donde hace sus efectos. El dinero amado por el enano toma voluntad propia, quiere permanecer y multiplicarse (cualquier similitud con el mandato bíblico no es casualidad), haciendo de eso un fin en sí mismo.
   Más triste es el caso del que se ama solamente a sí mismo. Sería como tomar del agua del inodoro de la propia casa, rápidamente se va a llenar de porquería y cuanto más tome, más desagradable va a ser para aquel que quiera acercarse.

Belleza
   La belleza tiene que ver con el escalofrío que causa el pedacito de eternidad captado en una obra de arte, un enano o enana, una cosa. Es una intuición súbita que se impone por sí misma, y por ello, es profundamente personal. La belleza es certeza, y por ello no es producto de un razonamiento concienzudo.
   No se llega a la belleza, la belleza llega a uno y hace callarse la boca, y detener el pensamiento.

Enamoramiento
   Se trata de un estado agudo, de interés repentino e irremediable por alguien, de modo tal que toda la vida y sus circunstancias quedan referenciados hacia el objeto del enamoramiento.
   Produce inicialmente una sensación beatifica, aunque agitada, es una emoción violenta.
   Algunos enanos enamorados pierden el foco, y suelen arrojarse (como prueba de valor) por balcones, escaleras y galerías de las minas. Otros recortan su barba y se perfuman. Varios enanos (en general de tendencias paranoides) ni siquiera advierten que su estado no es inmediatamente percibible por la enana u objeto del enamoramiento -a quien le atribuyen propiedades de captación de sentimientos superlativas-, y por eso ven veladas alusiones a su amor en absolutamente todo.
   El estado suele ser transitorio, prolongándose luego en un vínculo con sus vicisitudes, rompiéndose una situación de rechazo y posterior duelo, o con la misma la muerte del enano (si se arrojó desde un balcón o galería demasiado elevado).
   En casos nocivos, puede eternizarse en un enamoramiento platónico, que si bien puede ser fructífero en términos culturales, es profundamente nocivo para el enano que deviene irritable, grandilocuente y le salen pelos en las orejas. 

Como dije, hay algunas cosas interesantes.

1 comentario: