miércoles, 14 de diciembre de 2011

About timeliness

There's an odd thing about stuff happening at opportune times.
Let's say a boy meets a girl, he kinda likes her, doesn't know exactly what he likes, but his intuition just says: 'Go ahead, you can never tell'.
It might seem simple, but it really isn't. Let's say the girl is only sure about not being sure, and needs time before feeling ok about something that doesn't really exist so far, and can't be foretold.
So, the choice for the boy is to wait or not to wait, in other words, to move on or not to move on. Girls' choices are impenetrable.
Let's add a third factor into this: life already moves... so, the best you can do is just go to bed and forget about it, maybe a dream will enlighten some of these two people.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La insolencia de las palomas

El asunto, entonces, no es tanto contar una historia de pájaros, sino pensar la geografía de su mundo, evaluar la dirección de sus miradas y sentir la gravitación de sus aleteos. Discernir si sus defecaciones son dirigidas, o son análogas al juego infantil de escupir por los balcones para ver si le cae el gargajo a algún transeúnte.Así la cosa, había un palomo que estaba queriendo merecer. Había aprendido con esfuerzo y tenacidad una multiplicidad de arrullos y hululeos.
Se buscó una señora paloma por su zona de influencia. La empezó a cortejar bailando en círculo sobre sí mismo, mientras la bicha en cuestión picoteaba alguna porquería del piso. Profirió algunos arrullos intrincados e hinfló el plumaje de su pecho, a la par que continuaba la alocada danza del círculo. La palomita seguía picoteando porquerías. Luego, ella levantó vuelo, mientras el instruido palomo seguía girando enloquecido. Algunas horas después el palomo se murió.
Dicen que eso es metáfora de la vida de las golondrinas, que la vida de las golondrinas es metáfora de la vida de los perros, y que la vida de los perros es metáfora de la vida de los hombres (en general omitiendo la parte de oler traseros, pero con la fijación escópica aún activa).

lunes, 7 de noviembre de 2011

Contundente (o el arte de decir nada)

Escribir utilizando referencias oscuras y alegorías sutiles es un oficio que requiere entrenamiento en el arte de la redacción en un espacio mayor de tres párrafos. Puesto que espero sin que haya ningún acuerdo siquiera tácito de encuentro, simplemente voy a determinar ciertas concordancias, indicar direcciones posibles o tratar de clarificar coordenadas confusas. Es que en afán de complejizar, muchas veces multiplicar las definiciones produce precisiones multívocas que maldisponen al lector más accesible.
Delimitando entonces, ciertos ordenamientos atmosféricos me indican que me voy a morir de calor en los próximos meses, que en un altillo se está más cerca del sol, y que las fantasías diurnas o nocturnas se comban con la exposición a temperaturas elevadas. Este parlamento no es ocioso, sino que orienta a la búsqueda de soluciones no tan zumbonas.
Que cosa esta de no decir nada para huirle al sueño, que siempre es mejor presente que ausente, aunque creo que diferenciar el acto del anhelo no lo hace menos prescindible que una caja de fósforos comprada en un supermercado chino, y eso es poco decir.
En fin, para quien sepa leer en los intersticios, esto es todo un contundente manifiesto, para quien no, procure entretenerse en las palabras que fueron escogidas más por su asonancia que por su sentido.

lunes, 17 de octubre de 2011

Un nuevo comienzo

Solo de mirar los numeros me da un vertigo importante. Me dicen 100; en primera instancia pienso que no voy a vivir esa cantidad de años, luego me enternezco con el primero de los números de tres cifras. Me figuro un cero orondo, pero otro molesto como jamon de sanguche de pebete mal cortado.
Es que en tren de disonancias, se me ocurre un hipotesis lingüística al menos interesante: desde ahora llamaré al tren ardilla electrica, y mañana dire a mi madre eunonia, y pasado mañana tups al ojo. La intención es que a fuerza de acumular neologismos e incoherencias, quizás llegue que me reconozcan como un autor hermético pero profundo.



Gente incoercible
Un gordo masivo, desmesurado y fuerte, cuya inercia se mide en lunas.
Una mujer con voz irritante, suena en la parte de atrás de la cabeza e interrumpe el curso de pensamiento.


Varios
Se busca una enana, su seña particular será conocida solo por ella.
Permuto perro salchicha por salchicha a secas (tengo hambre). Agradeceré la inclusión de pan de pancho.
No despierten a los niños.

martes, 19 de julio de 2011

Glosa sobre Hyperballad

   Mi amor, voy a explicarte agunas cosas que pasan cuando me despierto. Para esto debo remontarme un poco hacia atrás. Resulta que cuando duermo me sumerjo en mi mundo interior, y está lleno de monstruitos, goblins, vacas belugas transpiradas. Es difícil de explicar, pero cuando uno sueña en noches sucesivas que un árbol lo saluda, después que vuela en estilo pecho, y finalmente descubre una combi llena de perros salchicha, se debe suponer que hay algo en del lado de adentro del cráneo está lleno de cosas raras.
   Por eso te pido que no despiertes mi despertar, que no interrumpas ese proceso de salir del abismo de mí a la superficie de la realidad (soñar no deja de ser una realidad profunda), o mejor dicho, el recorrido desde el valle a la cima de la montaña.
   A veces me despierto y me siento una beluga o morsa, o algún mamífero acuático. Sabemos que existen, pero es complicado de decidir si se quedaron a mitad de camino de ida o de vuelta en la rueda de la evolución -entre el pez y el mono evolucionado que vendríamos a ser-.
   Tengo que tirar la beluga y la ballena franca, a veces un manatí por las piedras, para sentirme un poco más real. Subirme a los árboles y dejar de nadar en mi océano nocturno de cosas fantásticas.
   Es que solo así te puedo querer, porque nunca sueño con vos, parece que mis sueños no te conocen.
  
  Aclaraciones específicas
  My body slamming against those rocks: es la tentación de apretar el snooze, seguir así rebotando, evitando verte, o reconocerte, o soñarte (por ausencia de restos diurnos adecuados).
  Car parts y cutlery son un poco los pedazos de sueños, pero a la señorita finlandesa se le olvida apuntar que son los restos que descansan en el fondo del mar. Debe ser que te extraño.

   Para glosa un poco exagerada, pero va el video y la letra.



Björk - Hyperballad

We live on a mountain
Right at the top
There's a beautiful view
From the top of the mountain
Every morning I walk towards the edge
And throw little things off
Like car parts, bottles and cutlery
Or whatever I find lying around

It's become a habit
A way
To start the day

I go through all this
Before you wake up
So I can feel happier
To be safe up here with you

It's early morning
No one is awake
I'm back at my cliff
Still throwing things off
I listen to the sounds they make
On their way down
I follow with my eyes 'til they crash
Imagine what my body would sound like
Slamming against those rocks

When it lands
Will my eyes
Be closed or open?

I go through all this
Before you wake up
So I can feel happier
To be safe up here with you

martes, 12 de abril de 2011

Interlude: The lone ranger (part 3)

   Tres, le gustaba el número. Entre ceja y ceja había un espacio, triple combo. También estaban las orejas y la nariz. Los pechos y el ombligo. Two of a kind y un tercero para hacer la diferencia. Una multitud. Pensaba en los colores del semáforo, las películas de Volver al futuro, Indiana Jones, Toy Story. Y el vals, y tantas otras cosas (casi como la fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristeza).
   Aún así, quedaba aquello pendiente, no el blanqueo de dientes (aún no justificaba el gasto), ni la celulitis, que esperaba agazapada. No no, era esa otra cosa. Algo que la interpelaba desde algún lugar bajo el pelo embarullado de la nuca, cerca de la base del cráneo, una mezcla de escalofrío y migraña atípica que la hacía excéntrica de sí misma. Era repetir en el cuerpo las palabras que nunca llegan.
   Un día escuchó una historia, o mejor dicho, una explicación. Estaba en una fiesta, y uno de esos tipos que siempre habla mucho sin decir nada, comentó que los bichos nocturnos -polillas, escarabajos y otros- revolotean alrededor de las lámparas porque las confunden con la luna, o con su reflejo en el agua. Entonces, buscando orientarse o beber, giran alrededor de aquello que parece ser, pero no es.
   Aparentemente retuvo la información, pero no le prestó demasiada atención hasta la noche siguiente. Estaba sentada en el porche de su casa, mirando el jardín. Intuyó que no estaba sola. Miró hacia los costados y hacia arriba. Vio una mariposa revolotear alrededor de la lámpara. La observó chocar y quemarse. Finalmente murió sobre su falda, extendiendo su probóscide en un gesto de sed.
   Camila lloró largo rato, era (el principio) (del fin) de las cosas de siempre.

viernes, 25 de marzo de 2011

Interlude: The lone ranger (part 2)

   Camila había extraviado sus ilusiones en la pila de ropa de su pieza, durante su adolescencia. La secuencia fue más o menos así: un día se estaba preparando para salir con sus amigas, y en el debate de qué ponerse procedió a vestirse y desvestirse repetidas veces, mirarse al espejo, cambiar su peinado, y en uno de esos movimientos las ilusiones quedaron enganchadas al bretel del push-up -que se quitó cuando pasó del strapless a una remera floja, que no justificaba la ingeniería de elevar su humilde busto-. No se percató en el momento del extravío, sino que continuó con el plan de salir. En la noche se notó más desinhibida, y cuando estaba en eso de bajarle la caña al tercer o cuarto chico se dio cuenta que no tenía ilusiones. Al volver a su casa revolvió la pila de ropa como quien cumple superficialmente con las tareas escolares, y las ilusiones quedaron allí.
   Sin ilusiones experimentó una ligera euforia de presente, y comenzó a correr y vivir. Así pasaron unos cuantos años. La juventud sorprendió a su adolescencia, y la celulitis a sus muslos. En algún momento comenzó a tener sed. Sospechó que se trataba de sed de algo específico, pero se trataba de sed de sed.

jueves, 17 de marzo de 2011

Interlude: The lone ranger

   Camila se despertó, pero no se decidió a levantarse. Pensaba, a medida que veía las agujas de su reloj avanzar, que de no incorporarse, perdería el tren de las 8, y se propuso juntar energías de algún lado para no perder también el de las 8 y 10. A los diez minutos, también perdió éste, aunque todavía eran las 7:40. Es que Camila vivía a una cierta distancia de la estación de tren, y dormía con el pelo embarullado, la ropa gastada y las ojeras en cuarto creciente.
   Perdió dos trenes más, pero pudo salir de la cama. Se desvistió de su ropa de sueño, y se puso a elegir su disfraz de mujer. Hacía no demasiado había ascendido -a su pesar- de categoría, antes pasaba por adolescente, o por joven. Ahora no, era mujer y tenía esas ojeras de cuarto creciente y los dientes más amarillos, aunque pensaba que bien podía blanquearlos. Todavía en su cuarto tomó la piel de sus muslos, sólo para comprobar que la celulitis seguía ahí, latente. Resopló, caminó hacia el baño y se miró al espejo. Se prometió abandonar eso de una vez.
   Se vistió, salió, caminó unas cuadras, hizo unas filas, y después otras. Sus manos entregaron billetes y a cambio recibió un boleto. Las ojeras seguían ahí, en cuarto creciente y el pelo enredado en la nuca como un estribillo de las cosas de siempre. Pudo subir al tren de las 8 y 40.
   Las mariposas no se enteraban de esto, sino que aleteaban con más dificultad que gracia en el viento de otoño. Se habían atrasado para la primavera, el verano les resultó demasiado caluroso y finalmente había atinado a salir de sus capullos en otoño, que confundieron con una segunda primavera. Es que debido a su corta vida no tienen la oportunidad de conocer el ciclo completo de las estaciones del año.
   Camila se había prometido cambiar, pero en el tren se dio cuenta que iba a hacer otro día same old, same old: soñar despierta, tocarse el pelo enredado en la nuca, llegar tarde a su trabajo, mirar sus ojeras en el espejo, y seguir sonriendo, confiando en su disfraz de mujer y sus dientes un poco más amarillos, pero que todavía no justificaban el costo de un blanqueo.

martes, 15 de marzo de 2011

20 - El mar y las estrellas

   Era cuestión de pasar unos dias flotando sin gravedad para comprender que el problema radicaba en las bolitas negras. Eran cositas muertas, tal como sospechaba. Cada vez que miraba el aciago frasco me agarraba una pesadez, una melancolia tipo atracón de sinsentido en un paro de trenes.
  
   Cantalino (lo escribi asi adrede) no venía con manual de instrucciones, aunque sus semanas en la crisálida lo habían enderezado un poco. Sospecho que era para mostrar -en acto- que la vida también viene sin instrucciones, o que el universo entero es una gran enseñanza. Un poco como todo lo que uno aprende de mirar las estrellas. Podría escribir: las estrellas tiritan azules a lo lejos, pero segun los físicos revientan como bombas H en continuado, y otros aducen que tienen muchos gases en base a un análisis espectrográfico.
  
   Las bolitas negras son como pus del corazon, signo de infección, y un poco más tirando a necrosis de heridas incurables. Cosa buena que los enanos puedan expulsarlas, a nosotros nos quedan las lágrimas y las palabras.

miércoles, 23 de febrero de 2011

19 - Un cohete al espacio exterior

Finalmente me cansé, y me vi en la obligación moral de subir a una nave espacial, tomarme un cohete a la luna, una sonda interestelar. Y desde las plumas verdes del ocaso avistar chinchillas sin aspirar a convertirlas en abrigos de piel.

Imagen de una chinchilla

Desde un poco más de distancia, todos se ven como enanos. Pero no se llega a escuchar su canto, más peligroso que el de las sirenas. Es que una cosa es morirse y otra no querer vivir. La segunda más jodida que la primera, la primera más habitual e irremediable que la segunda.

La nave viaja a velocidades cercanas a la de la luz, y la luz es demasiado maleducada como para saludar, o al menos tocar bocina cuando pasa. Claramente peor para el sol, pero no un sol sabinesco, sino el de rizos dorados que no destiñe en Mc Donalds y seguramente desconoce las frenys.

El pasaje de los cielos celestes hacia el negro y las estrellas.

viernes, 11 de febrero de 2011

18 - Enanosis y reacciones alérgicas

Al escuchar Milonga del Ángel de Piazzolla uno puede hacer tún... tan... tun.. tún... tan... tun.. tún... tan... y así continuar marcando los tiempos del compás de 4/4 (ú 8/8) que caracteriza dicha canción. También puede detenerse en la melodía melancólica, neblinosa y cargada de sentimiento, o ver cómo vibra el parlante cuando se sube el volumen.

Otra experiencia estética en varios niveles es la siguiente: estoy buscando una pelusa dorada en mi ombligo, aún no la vi, y no quedan más pelusas que extraer, pero la sigo buscando. Sé que la pelusa existe, si ésta no existiera yo no podría concebirla, ni buscarla, ni anhelarla. Luego... uno se enoja con un par de santos, y deseamos no tener ombligo, y decimos que la pelusa ha muerto, o que nunca ha existido, o que si existe, no hace diferencia. ¿Cuántos millones de ombligos? --> n+1.

Catalino sigue cantando desafinado, y no puedo pensar. Estoy evaluando irme a la cueva de los enanos para ver si existe alguien que me indique cómo proceder.

viernes, 4 de febrero de 2011

17 - Catalino recargado

  La crisálida de cortina amarilla estuvo unas semanas colgada en el cuartito. De vez en cuando caían de ella unas bolitas negras, que recogía por las noches y guardaba en un frasco de vidrio.
   En esos días seguí examinando el pergamino de sentimientos de enanos, y cortando avenidas con los piqueteros. Ahora tengo la espalda llena de bastonazos con forma de sonrisa, y la nuca también. Adquirí hematomas que asemejan a rosas, y una piquetera me dijo que me quedaban (o se quedaba) muy manija... lo entendí como un halago.
   Al regresar de uno de esos días de algarabía piqueteril, encuentro la crisálida rota, a Catalino con pergamino en mano, un poco rejuvenecido, las pupilas dilatadas y un guitarrín. En fin, un video vale más que mil palabras.

jueves, 3 de febrero de 2011

16 - Born to be a dwarf

Por la mañana entré al cuartito y no encontré a Catalino. Me llamó la atención, pero me dije que enhorabuena había decidido salir, ya que por mi parte quería mirar los árboles y golpear el bombo con los piqueteros.
Al regresar por la tarde, con el día sobre los hombros y un bastonazo con forma de sonrisa en la nuca, volví al cuartito para ver si encontraba a Catalino.
No estaba allí. Voy entonces al living, y reparo que las cortinas no están en su lugar.
Bajo el imperio de la sospecha, vuelvo a la habitación de Catalino. Al mirar hacia arriba, encuentro una crisálida hecha de retazos de cortinas amarillas. Recorriendo el lugar con atención, también hallé dos o tres bolitas negras en el piso. Mi conjetura es que son cositas muertas.

miércoles, 2 de febrero de 2011

15 - Aforismos del Baldomero

Las cortinas, por ejemplo, tienen esa cosa de dividir el interior del exterior, pero del lado de adentro. El espacio entre la cortina y el vidrio de la ventana queda convertido en un lugar intermedio, apto para pelusas y patas de lana.

Los osos tienen esa costumbre de ser osos, una especie de identidad rígida en su animalidad que sólo se convierte en simpática en los dibujitos animados.

El tedio del domingo es como empujar una piedra redonda y grande cuesta arriba en la neblina, lejos del principio y a distancia incierta del final. Uno no se puede retirar de la tarea porque la piedra va a aplastarlo.

Una medida adecuada para la preocupación es la cantidad de horas de sueño que sustrae.

La ropa interior dice mucho de una persona, las palabras también y ni les cuento las pestañas o la forma del lóbulo de las orejas. El otro día conocí la vida de alguien en base a la observación atenta y constante de la evolución de sus patas de gallo (en un muestreo al azar de fotos): fue niño, luego creció y llegó a viejo con cara de destruido.

Se vienen los cuentos, apenas Catalino deje de hacer berrinches (y de apretar la tecla delete cada vez que me detengo a nacer y morir).

jueves, 20 de enero de 2011

14 - Nadeces

   Me llamaba la atención un detalle. Medía alrededor de 5 cm. No podría decir con seguridad si tenía forma de angelito, o si se parecía más a algún otro bicho gordo y alado, como un sapo volador pequeño. Puedo decirles que fue revoloteando por distintos lugares de mi pared, como una mancha de humedad que no encuentra su lugar, o una polilla indecisa. Aunque, siendo fiel a la realidad, jamás lo vi moverse. Solo aparecía en un lugar, y al rato en otro, detenido.
   Catalino va tirando. Al parecer el cambio de atmósfera le produjo un resfrío, y está desde hace un par de días tiritando en su piecita.
   Decidí atarle un hilo finito, una tanza casi invisible embebida con tinta china.
   El otro día me pidió un diario. Le dije que no llegaban noticias del mundo de los enanos, seguramente estaba todo el país demasiado convulsionado con la aplicación de la ley de lampiñez forzosa como para ocuparse de enviar diarios al extranjero.
   La primera figura que se formó en mi pared fue un elefante pequeño, después un topo y un pequeño erizo.
  Y que se yo, así, tirando.

domingo, 16 de enero de 2011

13 - Desarrollo pobre

   Ya es la tercera o cuarta vez que me despierto como si me hubiera cagado a trompadas un enano. Me es inevitable sospechar de Catalino, pero es un lugar tan común como culpar al mayordomo. Voy a otorgarle el beneficio de la duda solo para ser mínimamente original y darle oportunidad a los fantasmas.
   Eso me lleva, como tobogán enjabonado, a la reflexión sobre la muerte y las palabras. Propongamos la siguiente escena: Un señor en bata sentado en la mesa de su living mira por la ventana de su departamento, ubicado en un tercer piso. Desde allí ve la copa de un árbol agitada por el viento, el edificio de enfrente y algo de cielo entre las ramas. De pronto se encuentra frente a la posibilidad de ser el único ser humano sobre la faz de la tierra: todo el resto de la humanidad ha muerto. Peor aún, hay muertos vivos escalando el edificio a punto de llevárselo a él. Inmediatamente descarta la idea por delirante, pero como tomado de un elástico tensado, la imagen de la muerte se acerca, y comienza a darle charla: "Hola que tal, estaba tratando de encontrar algunos dueños de palabras ¿Me podrías decir de quién son las suyas?" El señor se queda mirando fijo los ojos vacíos de la parca. "Entiendo, usted tampoco es dueño de sus palabras. Imagino que nunca se percató que sus palabras son mías. Es decir, de gente muerta. Cada vez que dice algo, alguien ya lo dijo antes, y vive su vida a través suyo. No hay palabra tuya que no sea de otro, muerto..." Al buen hombre esa idea le resulta francamente sensata, convincente. Decide entonces tratar de engañar a la muerte, y empieza a barruntar un lenguaje que sea absolutamente de él, es decir, un lenguaje de puro neologismo, con sus propias reglas gramaticales, verbos y adjetivos. Y se da cuenta que no es admisible siquiera repetir la estructura de cualquier otro lenguaje conocido, ni los sonidos, ni los significados. Y siguiendo a rajatabla el hilo de pensamiento, tampoco puede repetirse en el silencio, y no podría ni pensar ni recordar, o respirar. Lamentablemente, era una tarea imposible. Así que siguió tomando coca cola, esperando a los muertos que iban a llegar por la ventana abierta del balcón, y resignado al mundo que le toca: modelo usado para una vida 0 km.

martes, 11 de enero de 2011

12 - Escándalo

Noticias del país de los enanos (Catalino Catriel, no tears version)

Y una noche prohibieron el hirsutismo
   Tremendo. En el congresito estaban todos los integrantes de la liga lampiña unida, la facción epileidi, el movimiento sin cejas y afines. El argumento se basaba en informes emitidos por la autoridad de regulación de desagües mineros, los cuales indicaban que los taponamientos, aludes y muertes ocurridas en los últimos cuarenta años se debían en su abrumadora mayoría a la acumulación de vello corporal en cañerías. El informe independiente solicitado por el grupo Osso (Oh si, si oh) avalaba las conclusiones y las ampliaba con truculentas descripciones de muertes de pequeños enanos niños por asfixia en baños públicos.
   Durante aquel día hubo marchas y contramarchas en la placita del congreso. El sector peludo acusaba al lampiño de querer ir contra la naturaleza. El sector lampiño acusaba de irresponsables a los enanos hirsutos, y de ir contra la seguridad pública.
   El presidente del congresito era el único que decidía la cuestión (recuérdese la estructura jerárquica de la sociedad de los enanos). Éste era un notorio lampiño y de madrugada, luego de la extensa representación teatral de un debate, dio con su firma carácter de ley a la prohibición total del vello. Las medidas contemplaban la depilación compulsiva y una partida extraordinaria del presupuesto para comprar cera de abeja.
   El presidente del ejecutivo quiso vetar la ley, atribuyendo a los congresistas la malévola intención de querer quebrar al país, pero un accidente hogareño lo disuadió de sus intenciones.

   Catalino, luego de haber sido depilado tres veces en 16 horas por un escuadrón, fue exiliado como caso irremediable. Lo tengo en el cuartito del fondo. Llora con una tristeza indescriptible, pero sus pelitos tienen un no se qué de polvo de estrella y poesía.

11 bis - Incoherencias

Wake me up after de sunset! en la nueva creación del colectivo artístico "Jamie & the jibaros", con la cooperación on-stage de "Johnny and the péloter scarabajs". La performance dura aproximadamente cinco revoluciones sociales de magnitud 4.32 o mayor. A los interesados les rogamos que escriban sin omitir su color de ojos preferido y si prefieren helado de menta con o sin pistacho.

Para evitar las irregularidades del bronceado es muy importante acoplar un difusor adecuado a su lanzallamas Negroid on fire. Las disfunciones producto del inadecuado uso o instalación de este complemento deben propiciar una mayor cantidad de palabras delicadas, previo sofocamiento de la impulsividad.

"Solo sé que es un fastidio escupir pelotas de algodón" es el nuevo éxito de la sección autoayuda en planeta taxidermia. Ha desplazado del número uno en ventas a "Que no se te caigan los ojitos de vidrio", que se había mantenido en las primeras posiciones por un período de 134 muertes dudosas consecutivas.

Wake me up when february comes es una manera de decir en inglés "despertame cuando llegue febrero". La equivalencia de la frase con aquella que reza "Puta que vale la pena estar vivo" es solo aparente, e indica estrabismo o retraso mental leve.

Devuelvanme el seguro de mi auto, o al menos el control remoto de la vigilia, para poder dormir de una vez, dejando de lado la descompostura y el malestar general

11 - Conciliando números binarios

   Cualquier individuo con un mínimo de conocimientos de computación ha escuchado eso de que los números binarios constituyen el lenguaje de la computadora. Esto es básicamente porque se trata de secuencias de estados de encendido, encendido, apagado. Otra afición, emparentada creo que en segundo grado con la búsqueda de boletos capicúas -en los tiempos anteriores a la máquina expendedora- es la de buscar recurrencias y regularidades en los azares del calendario. Hoy, entonces siendo 110111 es francamente un momento pedorro para poder derivar la más mínima consecuencia de ese número, que traducido a valores decimales equivale a 1 + 2 + 4 + 16 + 32 = 55. Intentaré no obstante algunas aproximaciones:
   Aproximadamente 55 arcadas es lo que me ha causado la cena que encargué en el boliche de abajo, y que parece haber sido preparada con matarratas y naftalina. Estas 55 arcadas han motivado una cantidad semejante de epítetos y apelativos hacia las madres y/o parientes de sexo femenino de los trabajadores del sucucho. Sumando 55 y 55 obtengo 110, que equivale a la primera parte de la expresión.
   Una vez pensé que solamente en una única ocasión iba a sentirme mal siendo uno. (111) Creo que solicitarle un mayor sentido a esto es del orden del vicio literario, y los vicios son mala cosa.

viernes, 7 de enero de 2011

10 - El insomnio, atando cabos y capitanes

   A veces la gente se desvela, hoy en particular, estoy desvelado. Es una situación un tanto fastidiosa, ya que me gustaría bastante más estar dormido. Sin embargo, antes de rotar sobre la cama esperando que venga una relajación que no va a venir mientras es esperada (es decir, uno se duerme cuando piensa fijamente en dormir) voy a hacer una observación interesante sobre la fauna nocturna.
   Hace un tiempo construí un parapeto para evitar visitas indeseadas, pero a través de situaciones como la presente, descubro que tanto los gremlins, como los enanos y los fantasmas son bichitos de la noche, o insomnes crónicos. Por otro lado, los piqueteros que me brindan el servicio anti-angustia se quedan dormidos a eso de las 23 hs. (es que arrancan con el vino a las siete de la mañana, y de ahí todo es un sostenido descenso del nivel de alerta), así que bueno, así la cosa.
   Para no aburrirme, o asustarme, les cuento algunas de las actividades nocturnas de los bichitos:
   1) Tengo un gremlin que instaló un cine en la parte de adelante de la cabeza. Este cine abre en horario de trasnoche. Ahora estaba pasando la película "Conversaciones futuras imaginarias con gente que conozco y que no dije las cosas del modo oportuno, en el momento oportuno o ambas, o directamente no dije algo que tendría que haber dicho, hecho o deshecho, capítulo XVI x 10". El esquema de la serie es siempre más o menos el mismo. Se presenta una escena de café, o caminata u oficina (el entorno habitual -o posible- de la persona involucrada en la conversación) donde aclaro mis buenas intenciones a pesar de los calamitosos resultados. El final, no existe, o jamás llega. El gremlin de este cine particular tiene una complicada función de loop programada para unos minutos (o segundos) antes que se termine la conversación, y ahí vuelve a pasar todo el capítulo desde el principio con alguna ligera variación producto de las distorsiones de las cintas de película al calor de la imaginación, hasta llegar al mismo punto previo al desenlace. Algunas veces me animé a pasar por sobre el loop e imaginar posibles finales, pero esta transgresion de las reglas del cine suele desembocar en la parte de atrás de la cabeza, y es sabido que por ahí andan los fantasmas.
   2) Los enanos siguen trabajando en las minas, porque los pobrecitos no saben si es de día o es de noche, y duermen solo cuando los agota el cansancio. El asunto aquí (y me introduzco en la particular estructura jerárquica de la sociedad de los enanos) es que sólo un enano de rango mayor puede determinar si el nivel de agotamiento hace pertinente el descanso. Así, los enanos jamás terminan de ser dueños de su propio cuerpo, ni de su tiempo. Hubo enanos que se quisieron rebelar. Hace un tiempo unos ochocientos enanos se durmieron sin autorización de su superior, y por la magnitud del desacato, se sospechó que estaban coordinados entre ellos. Los enanos jefe se vieron entonces en la necesidad u obligación (o el gusto, ya que varios son un poquito sádicos) de aplicar el procedimiento de máxima severidad para castigar a los desviantes. Estos ochocientos desgraciados recibieron entonces la consigna de trabajar y descansar a destajo: una unidad de trabajo corresponde a una unidad de descanso. La mayoría sigue trabajando en temas como resolver la cuadratura del círculo con un hilo sisal y una caja de pizza, entender a las mujeres de la especie humana, entender a la especie humana en general, descubrir cuantas lágrimas de unicornio hacen un decilitro, las propiedades curativas de la letra "e", o un poema perfecto. Varios se han suicidado. Ninguno se ha dormido nuevamente, pero varios sueñan despiertos en terminar la tarea, o alucinan bichitos en las sombras de las minas.
   3) Los fantasmas son tiernos: tejen con hilos de telaraña escarpines para los fantasmitas que vendrán, y al que los interrumpe o distrae le dan un susto muy fulero.

lunes, 3 de enero de 2011

09 - Las posibilidades expansivas de la imaginación

   Cuando uno se pone a ordeñar ideas es importante acercarse a la ubre por el lado correcto. Se sabe de los poco felices inconvenientes que puede traer el encontrar una idea fantástica de espalda, o chocarla de frente.
   La forma más segura de ordeñar ideas es acercarse por alguno de sus laterales, sin que ésta se de cuenta de nuestras intenciones hasta que esté al alcance de la mano. He probado decir algunas palabras lisonjeras (o insinuaciones) a distancias mayores, pero la ubre de ideas simplemente se da vuelta y huye. También intenté quedarme en mi lugar, esperando que alguna idea de movimientos erráticos se me acerque, para entonces proceder a atraparla y ordeñarla. Esta opción tiene resultados muy variables, siempre sensiblemente peores a un acercamiento cauteloso pero constante.
   Estimo que es claro que me refiero a las ideas vacunas, esas que vienen en rumiantes de cuatro patas, con ojos vacíos y ausentes. Esas son las ideas que pueden ordeñarse.
   Hay otro tipo de ideas, las que deben atraparse. Esas vienen en envase de marsupial o escualo. Las que vienen en envase de canguro van saltando por los páramos australianos. Primero debe de atraparse al canguro, para luego comprobar si tiene, o no, alguna idea en su bolsa. En caso de encontrarse con una idea saltarina, es menester seducirla con caramelos de chocolate con menta y palabras amables.
   Las ideas de los escualos tienen que ver con sangre y focas (o surfistas). Son ideas malignas, aunque también inocentes, es decir no malas en sentido moral, sino peligrosas para otros vivientes.
   Es cuestión de tener el taper dispuesto para así comenzar bien el año.