viernes, 20 de abril de 2012

Equívocos

Jurgen pensaba en su nombre con frecuencia. María pensaba en su nombre con frecuencia. Joseph pensaba en su nombre con frecuencia. Un mono no pensaba, su nombre era frecuencia. ¿Con quiénes y de quién pensaban Jurgen, María y Joseph?

Las palabras en general acuden una detrás de la otra. En una aproximación a las prácticas meditativas orientales, me parece que éstas tienden a expandir el espacio entre significantes para que haya más tiempo de sujeto en los intervalos.

Calla ya la melodía, calla ya la canción
No quiero rimas idiotas,
por favor, no escribas corazón
en todo caso di gaviota.

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