voy
a hacer
una torre
de palabras,
palabras que se
apilen y jueguen,
palabras ronroneantes.
Ya quiero crecer, o envejecer
que son cosas parecidas, pero no
iguales. Quiero hacer algo lindo como
el viento de primavera, o la brisa de las
olas en el atardecer a la orilla del mar, cuando
uno siente que todo tiene su lugar, y las cosas no
caen, sino que se sostienen por sí mismas y se renuevan.
Me sumerjo en recuerdos y ensoñaciones, y me siento un poco
más seguro dentro mío, donde las letras se amañan de formas siempre
nuevas, sorprendiéndome un poco. Más difícil es participar a alguien de esta
danza de letras entramadas de sentimientos que bailan y se acompasan entre ellas.
Bueno es creer en que después de todo esto vendrá algo distinto, que se irá decantando
como rocío después de días de mucho calor, o como polvo de estrellas, finísimo y plateado. Hace
semanas que siento algo tiene que cambiar y tomar nueva forma, que quiero llegar un lugar parecido a
un yo soy yo, vos sos vos, y el frágil invento de nosotros. Por ahora es mi mundo, hecho de posibles. Ya
llegando a la base de los caracteres (porque todo tiene su extensión), descubro que siempre hay un hilo que
llegando a la base de los caracteres (porque todo tiene su extensión), descubro que siempre hay un hilo que
s
nózaroc le y ,nózaroc le ecid sel ednod nav sojo sol euq areipus is omoc ,séver la odney ,errucse e
no
va como
apuntan los
razonamientos.
En una de esas, en vez de hilos, podría intentar con
c
c
a
s
c
a
d
a
s, pero no me gustan demasiado. Cómo decir
odnacsub ,asoc éuq és on ed etnelis ogitset ,secev sarto euq odidrep sám otneis em euq secnotne
o
es
pe
ran
do
o
si
guien
do
Este es un lecho donde se me acaban las palabras, no porque no tenga más que decir, sino porque lo dicho y lo no dicho andan rondando ya demasiado cerca, ya demasiado lejos. Es tiempo muy difícil, y punto.